Oh, campana de níveos ecos,
útero cóncavo del primer caudal
de Danae fecundada,
en diluvio de gotas aúreas,
que bailan seminal danza con la loza.
Orto y ocaso del día
contado en evacuaciones,
vindicación del ovoide y la pirámide,
del brillo sagrado de los pedestales,
oda a las deyecciones
de Dalí.
Canasta y nido y cuna.
Sueño y mentira de Duchamp,
el genio embaucador
que vive en el desagüe
de su lámpara ready-made.
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